La comida es siempre clave en cualquier celebración (¿has notado que las fiestas siempre terminan con los invitados en la cocina?) pero eso no significa que tengas que servir un banquete. Una fiesta puede quedar muy bien si ofreces un almuerzo ligero o bocadillos y bebidas refrescantes. Si a tu hijo le encantan las salchichas, puedes darle un toque genial con un poco de cebolla frita, que sin duda les encantará a los pequeños. También podemos incluir sándwiches, o si queremos ser un poco más originales, quesadillas; así como pollo frito: una delicia para los sentidos que yo, ya adulta, no puedo parar de comer.Pizzas, hamburguesas, salchichas... una serie de alimentos poco nutritivos y grasientos pero realmente exquisitos.